sábado, 26 de junio de 2010

A VECES SE CONFUNDEN LOS MARINOS

A veces se confunden los marinos
y llevan a sus barcos a la costa,
ignoran el peligro que allí corren
por culpa de los golpes de las olas.

Hay hombres que confunden en su vida
el orden y el sistema de las cosas,
no saben que la vida es un momento
un ciclo que se vive y se evapora.

Entonces no hay momentos de rescate,
el agua les inunda y les aborda,
no valen salvavidas y chalecos
y el fondo con sus fauces les devora.

Sucede que se viven los naufragios,
y pasan los segundos gota a gota,
el viejo relojero de la iglesia
escribe un epitafio entre sus notas.

Y quedan esculpidos en la piedra
los signos de los días y las horas,
las fechas del eterno calendario
quedando relegadas en las sombras.

Hay sombras en los bosques muy tupidas
y almas que navegan sin derrota,
los árboles se elevan a los cielos
las almas entre pétalos y rosas.

Por ello los recuerdos se congelan
y mueren tantos besos en la boca,
se quedan marchitadas las palabras
formando entre los labios una alfombra.

La barca de la vida ya no avanza
los remos se han quedado sin su boga,
el hombre se ha dormido con sus sueños
en lindas primaveras primorosas.

Quedaron detenidas las cuartillas
con versos y poemas en sus hojas,
quedaron las alegres mariposas
buscando por el parque a las alondras.

"...A veces se extravían los marinos
y beben en tabernas a deshoras,
igual que tantas almas que confunden
las perlas del amor de los que lloran..."

Rafael Sánchez Ortega ©
26/06/10

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