martes, 23 de agosto de 2011

A VECES LOS MENDIGOS...


A veces los mendigos
entienden la locura,
las penas y pasiones
que nacen en la cuna.

Por eso yo les miro
sus caras con arrugas,
sus dedos temblorosos
que piden una ayuda.

Yo soy como el borracho,
carente de cordura,
que marcha vacilante
de noche, con la luna.

A veces los borrachos
rebuscan la basura,
mirando si han llegado
migajas con la bruma.

Más todo está en silencio,
las sombras se acentúan,
la noche va pasando
y en ella mi censura.

YO soy ese mendigo,
borracho de la pluma,
que escribe de sus sueños
y apura la cicuta.

Ya queda poco tiempo,
las horas se clausuran,
y todo va al cuaderno
y allí queda mi culpa.

Las letras tan sangrantes
describen desventuras,
que nadie las entiende
ni quieren ir desnudas.

Por eso yo las cambio,
maquillo su extructura,
consigo que sonrían
las letras diminutas.

No sé por cuanto tiempo,
mi vida tendrá escusa,
pues busco ya el descanso
del lecho en la espesura...

"...A veces los mendigos
te miran y se asustan,
a veces los borrachos
te entregan su fortuna..."

Rafael Sánchez Ortega ©
23/08/11

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