martes, 3 de julio de 2012

TE ESCRIBIRÉ SIN PRISAS, NO LO DUDES...


Te escribiré sin prisas, no lo dudes,
para indagar las causas de tu pena,
pero quizás no sea de tu agrado
el recibir misivas con mis letras.

Quizás es preferible ser directos,
leer lo que nos dicte la conciencia,
hacerlo frente a frente, en nuestros ojos,
con la mirada limpia y muy sincera.

Entonces es posible, que bajemos,
a un tiempo del pasado, que ya inverna,
un mundo en que cruzando nuestros pasos
nos fuimos de paseo a la ribera.

La piel de nuestros cuerpos se erizaba
sintiendo en la cintura la presencia,
la mano tan querida y adorada,
los dedos rebuscando en la franela.

Es fácil achacar a aquel pasado
la culpa del presente y de las penas,
quizás porque añoramos muchas cosas
bañados con la luz de las estrellas.

Pudimos no beber de aquella copa,
salvar la juventud con su inocencia,
más fuimos soñadores sin remedio
bañándonos en playas muy desiertas.

Y ahora que regresan los demonios,
golpean las campanas que condenan,
nos vemos en espejos semi rotos
que ofrecen nuestra imagen y conciencia.

Nos vemos desnudados y sin ropa
vagando por desiertos y tras huellas,
haciendo apología de otros dioses
contrarios al amor y a la materia.

¡Qué triste soledad la del cobarde
que busca su refugio en los poemas!,
quizás por eso todos, en el fondo,
queremos ser la playa y las mareas.

La playa con arenas millonaria
de granos que soportan la tibieza,
las olas, con mareas y resacas,
que al hombre le cincelen con sus lenguas.

No llores corazón, no tengas miedo,
no sufras como sufren los poetas,
acaso tú no seas un cobarde
y grites solamente lo que piensas.

Aquello que te arde en las entrañas,
el fuego que palpita por tus venas,
la sangre envenenada del amante
que pide y que suplica que le quieran...

"...Te escribiré sin prisas, no lo dudes,
a ti, mi corazón, y sin cadenas,
espero que ya entonces seas libre
y estés en una nueva primavera..."

Rafael Sánchez Ortega ©
03/07/12

4 comentarios:

  1. ¡Qué bueno, Miguel! La estrofa novena me ha cautivado en especial.
    Mi más sincera admiración por este poema.
    Un abrazo nocturno, para no variar.

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  2. Bueno Mafalda, cambiemos el Miguel por Rafael, aunque ambos son arcángeles mi nombre es el segundo. Es cierto que la novena estrofa es muy dura y dudé en dejarla ó retirarla, pero salió así y así preferí que quedara a pesar de todo.
    Gracias nuevamente y otro abrazo nocturno, como tú dices, "para no variar".

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  3. Mil disculpas, no sé que me ha pasado para cambiarte el nombre; bueno, lo sospecho, también comento en el blog de Miguel Bueno y se ve que os mezclé inconscientemente, aunque últimamente tiendo a cambiar de nombre a algunas personas ya que en mi trabajo manejo diariamente muchos y llega un momento en que mi disco duro se colapsa y dice lo primero que se le ocurre.
    Perdóname, por favor, Rafael. Ha sido inconscientemente.
    Ah! la novena estrofa dice una gran verdad, sea dura o no.
    Un abrazo, para variar, a la luz de este día gris de verano.

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  4. No te preocupes Mafalda, a mi también me pasa muchas veces y si fui reiterativo con lo del "arcángel" te pido perdón. No sabía cómo decirte que mi nombre era Rafael y no Miguel, pero todo queda aclarado y sin dudas.
    Sí, reitero lo que dije sobre la novena estrofa. Cuando la releí me pareció muy dura y quizás alguien podía sentirse herido, pero luego me dije que así salió y hemos de estar a las duras y maduras.
    Un abrazo en la noche desde Cantabria.

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